En estos días me preguntaba si actualmente el ejercicio físico es considerado, dadas las evidencias, como una herramienta de prevención y de verdadero tratamiento para las múltiples enfermedades crónicas. Seguramente también vos te lo habrás preguntado, especialmente por una de las que más personas afecta a nivel mundial y que continúa creciendo: La obesidad.

Mi duda principal era si el ejercicio físico es considerado un verdadero fármaco, es decir con efectos concretos para contrarrestar los efectos de la vida sedentaria moderna, la mala calidad y exceso de la ingesta de alimentos.

Mientras indagaba sobre el tema también comprendí que muchos profesionales de salud aún no están en condiciones de prescribirlo adecuadamente. Posiblemente la causa sea que aún hay pocos programas de formación en las carreras como en los postgrados de salud. Observaba que en los de contenidos de Nutrición, Medicina, Kinesiología la temática a veces no es abordada, y en caso de ser abordada estos contenidos no son actualizados, por lo que reiteran como nuevos antiguos enfoques. Esto se reitera en el ámbito de la educación física donde la salud pasa a ser una cuestión cada vez menos abordada y mucho menos actualizada.

 

¿Te parece si comenzamos por el principio? Veamos los conceptos necesarios para comenzar a responder nuestras preguntas:

Primer concepto:

Actividad física. La cual es definida como todo tipo de movimiento, esto NO ES sinónimo de ejercicio.

Segundo concepto:

Ejercicio físico. En salud podemos definirla como “práctica regular de una actividad física, la cual es programada y con determinados niveles de de exigencia o intensidad individualizada a cada individuo y con un fin determinado”, por ejemplo, con objetivos metabólicos como: insulino resistencia, hipertrigliceridemia, diabetes tipo 2, osteopenia, sarcopenia etc.

Agreguemos algunos más para completar elpanorama, diferenciemos condición física (fitness) y sedentarismo. Este último proviene de sedestación, que describe la posición sentado, por lo cual no es sinónimo de una mala condición física. Consideremos que una persona que solo realiza algún tipo de actividad el fin de semana no implica un adecuado o nivel de estimulación en tiempo y frecuencia que provoque efectos en la
salud.

Ahora que tenemos algunos conceptos claros avancemos un poco más…El objetivo principal de un programa de ejercicio orientado a la salud deberá ser mejorar o bien mantener las capacidades funcionales del individuo. Claro esto en función de su estado, de su diagnóstico y también de la evaluación que haremos en el transcurso del tiempo. Esto, en el ámbito concreto de un programa de ejercicio orientado a la salud debe ser la mejora en la capacidad de utilizar las grasas y la glucosa en la mayoría de las alteraciones relacionadas a patologías metabólicas, especialmente en obesidad, diabetes e insulino resistencia.

Seguramente te estarás preguntando ¿podemos aplicar lo mismo para todos según lo observado en algunas guías? La respuesta es no. Y dependerá inicialmente de las características de salud y de la capacidad física de cada individuo, además esto permite que la practica regular de ejercicio se brinde en condiciones seguras. ¿El entrenamiento siempre será el mismo? También era mi cuestionamiento, pero vamos por parte.

La práctica regular de ejercicio físico implica que podamos disponer de algunas pruebas que posibiliten diagnosticar la condición funcional inicial del individuo y también de sus variaciones con el entrenamiento. Incluso una vez alcanzado los objetivos iniciales, es importante continuar evaluando si consideramos que el individuo continuará realizando ejercicio para no perder la mejoría lograda y de allí en adelante se transformará en su estilo de vida.

Actualización

Se ha tratado de promover un estilo de vida “activo” a través de guías y por ello analizaremos, de manera general, las
recomendaciones disponibles de actividad física y ejercicio para compararla con las propuestas más actualizadas.

La mayoría de las guías señalan: 

  1. Camine 30 min/día 
  2. Realice ejercicios de estiramiento 
  3. Realice pausas activas en el trabajo 
  4. Realice ejercicios 30 min/día 
  5. Adecue la intensidad a su ritmo personal. 

(Esta guía es una generalización de la mayoría de las propuestas comúnmente aceptadas o difundidas) 

Una primera crítica a estas guías es que todas aparecen como elementos separados cuyo objetivo pareciera ser, por intermedio de la recreación, lograr el mejoramiento de la condición física. Un punto flojo importante es que no se indica cómo evaluar la intensidad y lo recreativo (caminata) no representa intensidad salvo que usted no camine habitualmente o le resulte muy intenso hacerlo. 

Consideremos a la intensidad como el punto clave para lograr un efecto u otro.  Tampoco hay referencia a cuantas veces semanalmente deberías practicarlo de manera mínima.
No es malo caminar, pero en cuanto a efectos buscados es una propuesta demasiado general. También la propuesta de “realice ejercicios” es poco clara, ¿Qué tipos de ejercicios, cuantos, cuanta pausa entre ellos, etc. 

Aquí podemos ser mas observadores y pensar cuales son los objetivos y efectos buscados con estas recomendaciones. Si, sabemos que son recomendaciones generales, pero si el objetivo es la salud de la población ¿Qué se busca y que se esta logrando al realizar estas sugerencias? Caminar 30 minutos ¿a quienes beneficia y a quienes no? ¿Qué tipo de beneficios obtenemos? 30 minutos de desplazamiento podría ser intenso para una persona que ha estado en cama o con pocas posibilidades de movimiento, o en todo caso muy sedentaria. Aun así, ¿alcanza para generar cambios metabólicos? Convengamos que, a personas con sobrepeso de manera general, les recomiendan este tipo de actividad. Así es que vemos las plazas y parques con muchas personas, de toda edad, de ambos sexos y con características que van desde delgados sedentarios hasta obesos cumpliendo la recomendación: caminar 30 minutos. 

Programa de ejercicio 

Una mirada actualizada del panorama la encontramos en la relación entre la capacidad funcional muscular y la morbi-mortalidad, lo cual ha sido plasmado con creces en la literatura científica de los últimos años.


Relación entre riesgo de mortalidad, cantidad de grasa corporal y la condición física de los sujetos. (Pedersen B.K. y cols 2007)

Si te preguntas que implica el grafico anterior, la respuesta te va  impactar: muestra que la condición funcional es más importante que la grasa o el peso corporal (o su IMC). Aquí la importancia de la salud se encuentra en la capacidad de trabajo físico y esto tiene mucha relación con su salud. Esto era novedad en 2007, sin embargo, parece que hoy muchas instituciones no han actualizado sus miradas. 

Las evidencias científicas han ido encontrando, en su mayor parte, a las alteraciones metabólicas del músculo esquelético como responsables de las enfermedades crónicas no transmisibles derivadas de una vida sedentaria y el consumo exagerado de energía. 

Una de las principales alteraciones en la funcionalidad muscular se traduce en la aparición de resistencia a la acción de insulina (hay problemas en la cascada de señales que deberían activar transportadores de glucosa), produciéndose elevaciones en la glucemia y en la secreción de insulina. Estos problemas se dan también la utilización de los lípidos que se almacenan en tejidos como el hígado y el músculo. (hígado graso y esteatosis muscular).

Si consideremos que el tejido muscular oxida alrededor del 80% de los azucares y grasas, entonces ¿podemos pensar que la estrategia adecuada es mirar al musculo como un órgano importantísimo en la prevención y terapia de las enfermedades crónicas?
¿Y si hablamos de obesidad? Una estrategia , junto a otros profesionales, es recuperar la capacidad funcional del tejido muscular, lo que permitirá de manera independiente del peso, establecer un equilibrio metabólico para luego avanzar sobre los demás aspectos, pero sin el musculo con elevada capacidad funcional el individuo afectado dependerá de fármacos exclusivamente, no modificara hábitos, y si… probablemente pierda peso, el cual seguramente como le pasa a la gran mayoría: lo recuperara y también ganara mucho más posteriormente. 

La clave: el musculo esquelético. El medio: trabajar la fuerza de manera central en el programa de ejercicio físico. 

El individuo afectado necesita mover un enorme peso para su vida cotidiana, la intensidad de mediana a elevada intensidad permitirá desintoxicar la célula muscular de las grasas que interrumpen las señales. Esta misma intensidad permitirá activar a los transportadores de glucosa (por una vía que no es la de la insulina que estaba interrumpida) permitiendo ir normalizando la glucemia. 

El incremento en la capacidad de oxidar los lípidos por el musculo permitirá también que aumente la sensibilidad a la insulina.  En estas condiciones el individuo obeso normaliza algunos parámetros metabólicos importantes antes de mirar la balanza.

La imagen siguiente nos indica el orden que deberíamos perseguir en cuanto a objetivos. Como podemos observar el peso no es prioritario, pero es una consecuencia del cambio adecuado de composición corporal que inicialmente no lo modifica, pero con el trabajo constante logra disminuirlo y hacerse notar en la balanza.

Te dejo aquí un fragmento “muy valioso” del curso donde tratamos este tema y otros que seguramente te van a generar el replanteo de muchos conceptos, hace clic en el video para reproducirlo y déjame tus comentarios

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