READAPTACION NUTRICIONAL POST PANDEMIA
Ya fue suficiente… esa son las palabras que manifestamos la gran mayoría de las personas que estamos viviendo este momento de pandemia, sin buscarlo, sin quererlo somos las víctimas de una guerra biológica que provoca miles de pérdidas a nivel mundial.
Considerando que este tiene un impacto financiero negativo, incertidumbre, ansiedad, miedo y preocupación, los cuales son desencadenantes de riesgo a nuestra salud, que nos llevan a alimentarnos “como podemos”, alterando el ciclo del sueño, generando enfermedades crónicas no transmisibles, interrumpiendo controles médicos por patologías ya diagnosticadas, en fin, es un hecho, y este virus todavía sigue con nosotros, por ende tenemos que tratar de readaptarnos y volver de a poco a nuestros hábitos saludables.
Cuando hablamos de HABITO, lo definimos como cualquier conducta repetida regularmente. Algunos hábitos pueden desperdiciar importantes procesos mentales que bien podrían aprovecharse en tareas más exigentes, pero otros fomentan prejuicios o son perjudiciales, pero cuando hablamos del habito de ingesta, todos lo aplicamos a nuestra manera. Algunos son buenos (“siempre tomo mi desayuno”) y otros no tan buenos (“siempre dejo el plato limpio”). Pese a que muchos hábitos de alimentación los adquirimos desde la niñez, no significa que sea demasiado tarde para cambiarlos.
Los cambios repentinos y radicales en los hábitos de alimentación, como no comer más que sopa, pueden llevar a una pérdida de peso a corto plazo. Pero estos cambios exagerados no son saludables ni buenos y no ayudarán en el largo plazo. Para mejorar los hábitos de alimentación de manera permanente, se necesita un enfoque más global, una conexión cuerpo y mente.
Entonces te recomiendo…
Analiza sobre todos sus hábitos de alimentación, tanto buenos como malos, así como en las cosas que desencadenan que coma en forma poco saludable.
Reemplaza tus hábitos alimentarios poco saludables por otros más saludables.
Puntualiza y refuerza tus nuevos hábitos de alimentación.
Una de las maneras practicas que recomienzo para iniciar este proceso de cambio, es anotar todos tus hábitos actuales, y sobre ellos subrayar los que quieras modificar, y poner sus prioridades. Te doy unos ejemplos:
- Comer muy rápido
- Comerse todo lo que se sirve del plato
- Comer cuando no tiene hambre
- Comer de pié (puede hacer que coma sin pensar en lo que come o muy rápido)
- Siempre comer postre
- Saltarse comidas (o solo el desayuno)
Revisa los hábitos de alimentación poco saludables que subrayaste luego identifica todos los factores que desencadenan esos hábitos. Algunos de los que quieras cambiar primero. No dejes de felicitarse por las cosas que haga bien. Al reconocer tus logros te sentirá motivado para hacer más cambios.
Elabora una lista de factores “desencadenantes” revisando tu ingesta a diaria, tendrá más consciencia de dónde y cuándo surgen factores “desencadenantes” para comer sin tener hambre. Registra como te sientes en esos momentos. A menudo un “desencadenante” ambiental o un estado de ánimo particular es lo que nos impulsa a comer sin tener hambre. Desencadenantes comunes que impulsan a comer cuando no se tiene hambre.
Te sugiero estas ideas para sustituir los hábitos poco saludables:
- Come más despacio, mastica bien los alimentos .
- Come solamente cuando en verdad tenga hambre, en lugar de comer porque estas cansado, angustiado o con cualquier otro estado de ánimo. Cambia la acción reflejo. “Cuando como chocolate me baja la ansiedad”.
- Planifica las comidas con tiempo para asegurarse de que serán saludables y bien balanceadas.
Reforza tus nuevos hábitos saludables y se paciente contigo mismo. Los hábitos se forman con el tiempo, no se adoptan de la noche a la mañana. Cuando veas que está practicando un hábito que no es saludable, plantéate estos interrogantes: ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Cuándo comencé a hacerlo? ¿Qué necesito cambiar? No sea muy estricto con vos ni tampoco pienses que un error arruinará todo un día de hábitos saludables
Entonces… parece fácil no? Crear un habito cuando se escribe, pero sé que no lo es. La idea es que puedas involucrarte con el yo puedo, yo quiero, y derribar el yo no puedo, y el no quiero.
Tienes que empezar de a poco, estos meses fueron largos, tediosos, los cuales nos dieron un significado a nuestras vidas, a la valoración, a la distribución y cuidado de los alimentos, a cuidarnos entre todos, pero entre todas esas cosas, hicimos muchas modificaciones en nuestras emociones, que en algunos casos se reflejaron con el aumento de peso, acumulación de masa grasa, y debilidad muscular por inactividad física.
Aplazar los asuntos pendientes, o dejar para mañana lo que podrías hacer hoy, es una costumbre muy humana conocida como procrastinación. Y es muy habitual a pesar de que tiene un coste elevado, ya que los retrasos evitables generan pérdidas de productividad, además de causar estragos emocionales, principalmente mermando la autoestima.
Llévate esta frase que más de una vez la escuchamos “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, siempre es un buen comienzo cuando te lo planteas, cuando en tu mente hay serios cuestionamientos que nos dan indicios que el camino que vamos es el incorrecto, seguí esa intuición, es la que te llevara a lograr el cambio, ese cambio que buscas.
Licenciada Caporaso Sabrina.
M.N 7839
Te dejo aquí un fragmento “muy valioso” del curso donde tratamos este tema y otros que seguramente te van a generar el replanteo de muchos conceptos, hace clic en el video para reproducirlo y déjame tus comentarios
Si te gustaria seguir teniendo acceso a estos contenidos, te invito a que te contactes via WhatsApp
Si te interesa Formarte en estas temáticas, te invito a pasar por nuestra sección de Nutrición
Si te gustaria tener una consulta personalizada con el/la profesional, te invito a pasar por nuestro Consultorio Online