Deportes, Preparación Física

La mal llamada transferencia y trampa de la especificidad.

El problema de los nombres

Es muy habitual confundir diferentes métodos que alternan diferentes magnitudes de carga con el concepto de “transferencia”. Incluso muchos profesionales, a los métodos de entrenamiento, en el que se utilizan ejercicios de fuerza con cargas moderadas a altas, ​​antes de un movimiento de cargas ligeras biomecánicamente similar (Poulos et al., 2018), le llaman de cualquier forma, confundiendo aún más las cosas.

El problema es seguir poniendo nombre a todo y no hablar de números o de procesos neurofisiológicos. Más allá del nombre usado, lo que hay que entender es el mecanismo fisiológico que está por detrás. Una actividad condicionante puede influir positiva o negativamente en el rendimiento del gesto posterior.

Esta potenciación post activación (PAP) se ha basado en las siguientes teorías:

  • La fosforilación de las cadenas ligeras reguladoras de la miosina, debido a la mayor sensibilidad de las fibras tipo II a la concentración de calcio, los atletas con un mayor porcentaje de fibras tipo II se beneficiarán más de cargas pesadas e intervalos de descanso más largos después de los protocolos PAP (Blazevich y Babault, 2019 ).
  • La excitabilidad mejorada de las neuronas motoras y facilitación de reflejos neuromusculares( Gołas et al., 2016 ). 
  • Teoría de vectores ( Morin et al., 2010 ), las similitudes biomecánicas entre el acondicionamiento y la actividad efectiva (la competición, el entrenamiento o la prueba) juegan un papel crucial en la potenciación. 

Se cree que hay cuatro variables principales que actúan sobre la actividad de condicionamiento:

  • La intensidad para activar los mecanismos de trabajo ( Gołas et al., 2016 )
  • El volumen, que es inversamente proporcional a la intensidad
  • El tiempo de descanso, que está directamente condicionado por la intensidad y el volumen ( Kilduff et al., 2008 )
  • La similitud del movimiento ( Dello Iacono et al., 2018 ).

Para que se produzca la potenciación post activación, el reclutamiento de fibras tipo II es necesario, que es el resultado de combinar volumen e intensidad ( Bawa et al., 2014 ; Bompa y Haff, 2009 ; Henneman et al., 1974 ; Maloney et al., 2014 ). 

Actualmente,  las recomendaciones son de 3 y 5 series con diferentes cargas que van desde el 60% a el 85% de 1-RM con un intervalo de descanso fijo. Aunque según Do Carmo et al. (2018), un descanso autoseleccionado puede ser suficiente para mejorar el rendimiento, especialmente evidente cuando el entrenamiento se realiza lejos de 1-RM o del fallo ( Dankel et al., 2017 ; Zajac et al., 2015)

Solo para entendidos, ya lo dijo Badillo hace tiempo… Se necesita una intensidad mínima efectiva para lograr la potenciación. Sin embargo, la intensidad debe entenderse como la cantidad de repeticiones en reserva y no como el porcentaje de 1-RM (Básicamente está hablando del carácter del esfuerzo). 

La transferencia

Ahora hablemos de la transferencia, que caracteriza el proceso por el cual la mejora del rendimiento en ciertos ejercicios/tareas puede afectar el rendimiento en ejercicios alternativos o tareas motoras. 

En fuerza y ​​acondicionamiento, el concepto de transferencia de entrenamiento es un tema muy debatido. La transferencia de entrenamiento se refiere al grado de cruce de un medio de entrenamiento con el resultado o tarea deseados, por ejemplo, el grado en que un power clean impacta el rendimiento de sprint de 5 m. 

Básicamente es… cuando algo “no entrenado”, es mejorado por efecto de otras tareas entrenadas. En última instancia, la transferencia del entrenamiento determina cuán útil o inútil es cada ejercicio dado para el rendimiento atlético objetivo.

Siff y Verkhoshansky, Bondarchuk y Bosch parecen estar de acuerdo en que no es factible diseñar una tarea de entrenamiento que cumpla con todos los criterios propuestos para la especificidad. Esto significa que es generalmente aceptable que las tareas de entrenamiento sean sólo parcialmente específicas, o que la transferencia se busque solo en 1 o 2 aspectos del movimiento de la tarea objetivo.

¿En qué aspectos puede haber transferencia?

(a) amplitud y dirección del movimiento

(b) región acentuada de producción de fuerza

(c) dinámica del esfuerzo

(d) tasa y tiempo de producción de fuerza máxima

​​(e) régimen de trabajo muscular.

Los 2 patrones de movimiento deben tener similitud en:

Enfoque de sobrecarga tradicional:

(a)coordinación intramuscular e intermuscular, excursión similar de las articulaciones (semejanza del movimiento externo) y producción de energía asociada.

Enfoque de “sobrecarga coordinativa”

(b) entrada sensorial sobre el entorno y su propio cuerpo (propiocepción) y, 

(c) similitud de intención.

Enfoques de la “transferencia, Sobrecarga tradicional”

El fenómeno fisiológico de la PAP, está dentro de un modelo  de sobrecarga tradicional. El concepto principal que sustenta el enfoque tradicional de sobrecarga es que mejorar las capacidades a través del entrenamiento es una forma eficaz de mejorar el rendimiento en una tarea atlética objetivo como la aceleración.

Los entrenadores que utilizan métodos tradicionales para la sobrecarga,  consideran primordial la especificidad local a nivel de reclutamiento, algo que está determinado en gran medida por la similitud de la coordinación intramuscular e intermuscular, así como por las limitaciones de velocidad y tiempo de la tarea.

La frase “la especificidad está en el interior” describe cómo las interacciones locales, los mecanismos y el comportamiento de la unidad musculotendinosa son potencialmente más importantes para la transferencia que la semejanza del movimiento externo.

En consecuencia, se podría entender por qué un CMJ (gran contramovimiento) conlleva poca transferencia a la aceleración temprana (donde se utiliza poco contramovimiento = SJ). Esto respalda aún más la importancia de la similitud intramuscular para la transferencia.

Pero, al parecer, la coordinación intramuscular no es suficiente. Bobbert y Van Soest demostraron que se requerían cambios en la coordinación intermuscular para transferir los aumentos en la fuerza de las piernas a saltos verticales más altos. Esta es una explicación plausible para el fenómeno observado con frecuencia de que las mejoras en la producción de fuerza (capacidad) a menudo no resultan en mejoras inmediatas en el rendimiento atlético.

Los hallazgos de Bobbert y Van Soest sugieren que esta “transferencia” se retrasa hasta que los patrones intermusculares relevantes se ensayan lo suficiente con sus nuevas cualidades de fuerza. Esto respalda el concepto general que involucra un enfoque específico… el desarrollo de una capacidad en una habilidad no relacionada (movimiento) puede no transferirse fácilmente a una tarea objetivo”

Analicemos lo siguiente, luego de un entrenamiento de fuerza con diferentes % de pérdida de velocidad durante la serie, donde no se entrenó saltos ni sprint, esto fue lo que ocurrió:

Se puede observar que diferentes intensidades relativas de cargas externas entre el 55 al 85% de la 1rm, con diferentes % de pérdida de velocidad, generan “diferentes % de transferencia” a otras tareas no entrenadas durante el ciclo. Para explicarlo, observamos los extremos, con un 10% de pérdida de velocidad, el CMJ tuvo una mejora en la altura del salto VS. un 3,7% con pérdidas de 40%

  • Con un 10% de pérdida de velocidad, la 1rm aumentó un 17,9%, VS. un 13,5% con pérdidas de 40%
  • Con un 10% de pérdida de velocidad, la velocidad media ante cada carga aumentó un 11,8%, VS. un 6,3% con pérdidas de 40%
  • Con un 10% de pérdida de velocidad, las  cargas por encima de 1m/s fueron movilizadas un 7% más rápidas VS. un 0,8% con pérdidas de 40%
  • Con un 10% de pérdida de velocidad, las  cargas por debajo de 1m/s fueron movilizadas un 19,3% más rápidas VS. un 12,5% con pérdidas de 40%

Algo similar ocurrió con los tiempos de sprint, donde el valor negativo significa mejora del rendimiento porque disminuye el tiempo de sprint. Regreso a esta frase… Solo para entendidos, ya lo dijo Badillo hace tiempo… Se necesita una intensidad mínima efectiva para lograr la potenciación. Sin embargo, la intensidad debe entenderse como la cantidad de repeticiones en reserva y no como el porcentaje de 1-RM (Básicamente está hablando del carácter del esfuerzo). 

Enfoques de la “transferencia, Sobrecarga coordinativa”

Las tareas de sobrecarga coordinativa son variaciones inherentemente sutiles de la tarea objetivo (y por lo tanto muy específicas) para evitar demasiada desviación y una disminución del potencial de transferencia. Para elaborar, Bosch explica cómo, además de la adición rutinaria de más kilogramos a una barra, la sobrecarga también se puede buscar mediante la imposición de variación. En otras palabras, imponiendo desviaciones de la tarea objetivo que es familiar para el atleta.

Se debe tener cuidado con malinterpretar la sobrecarga coordinativa y  la «trampa de la especificidad».… Se destaca el peligro de seleccionar o diseñar tareas de entrenamiento precipitadamente basándose solo en la intuición en el parecido visual, como añadir una carga excesiva a un movimiento deportivo de modo que se vuelva demasiado diferente a la tarea objetivo.

Para reflexionar…

Un mensaje consistente en la literatura es que la transferencia se logra mucho más fácilmente en atletas sub-élites o aquellos con antecedentes de entrenamiento más bajos. Por lo tanto, una limitación importante de la investigación presentada es que muchos de los sujetos no se consideran de un nivel de élite o no tendrían antecedentes extensos de entrenamiento de fuerza y, por lo tanto, deberían interpretarse con cautela.

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Referencias:

Issurin, Vladimir. (2013). Training Transfer: Scientific Background and Insights for Practical Application. Sports medicine (Auckland, N.Z.). 43. 10.1007/s40279-013-0049-6. 

Brearley, Simon MSc, ASCC 1 ; Bishop, Chris MSc, ASCC 2. Transferencia de formación: ¿Hasta qué punto debemos ser específicos?. Revista de fuerza y ​​acondicionamiento 41(3):p 97-109, junio de 2019. | DOI: 10.1519/SSC.0000000000000450