Prof. Gustavo Humeres
Palabras clave:
Obesidad- Ejercicio- Fuerza- continuo- Pérdida de peso
La prevalencia de sobrepeso y obesidad continua en todo el mundo y ha sido declarado como un problema de salud pública ya que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) (1)(2). Dentro de este contexto el control del peso corporal se asocia a una reducción de factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2 y dislipidemia (3).
Asi mismo, diversos estudios y organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y los National Institutes of Health sugieren que la pérdida de aproximadamente 10% del peso corporal en adultos con sobrepeso/obesidad puede disminuir el riesgo de mortalidad asociada a enfermedades metabólicas e incrementar su calidad de vida (4)(5). Es importante considerar que el sobrepeso/obesidad presenta una relación con un estado de inflamación crónica de bajo grado, la cual es una de las causas del desarrollo de resistencia a la insulina en el músculo esquelético. Estos indiiduos también presentan riesgos metabólicos y cardiovasculares, y a largo plazo (≥ 10 años) poseen mayor riesgo de contraer todas las causas y eventos de mortalidad metabólica y cardiovascular.
Las estrategias no farmacológicas más utilizadas para el control del peso corporal son la restricción calórica y el ejercicio físico.
La restricción calórica en la dieta se organiza alrededor de una reducción del 10-30% en relación a las necesidades diarias del individuo. En cambio, el ejercicio físico es un tipo de actividad motora organizada: planificada, estructurada y repetitiva que posee un determinado objetivo (6), sin embargo, su efecto en la disminución del peso corporal aún no está del todo claro en cuanto a tipo de ejercicio, independientemente de sus beneficios.
En diversos estudios se ha encontrado que el ejercicio físico, sin una restricción calórica, posee efectos más bien modestos en el descenso del peso corporal en comparación a la combinación de ambas modalidades (restricción calórica + ejercicio físico) (7). El bajo impacto que tiene el ejercicio físico en el peso corporal podría deberse a que este último es regulado por múltiples factores, y que plantea la complejidad asociada al desarrollo de la obesidad.
A pesar que la disminución del peso corporal está fuertemente ligado a un proceso de gasto de energía, su logro es complejo y aún se encuentra en proceso de estudio.
Además, el concepto de balance energético (e.g., balance energético = ingesta de energía-gasto de energía), si bien es un componente importante a tener en cuenta en pacientes con sobrepeso/obesidad, entendemos que es sólo una mirada simplista al problema y no entrega una solución integral (Figura 1). Un balance energético negativo generado sólo por ejercicio físico no responde a las expectativas de disminución del peso corporal, lo que se suma a los tiempos prolongados (6-12 meses) de espera para obtener cambios significativos de esta variable (8)
Fig1: Representación esquemática de los múltiples factores que pueden influir en la prevención, desarrollo o tratamientode la obesidad.
Una revisión sistemática y metaanálisis de 14 estudios clínicos controlados donde se incluyeron 1.847 pacientes obesos, mostró que el Ejercicio Físico solo no disminuía significativamente el peso corporal (9).
Otro metaanálisis de 493 estudios con pacientes obesos comparó el efecto de la restricción calórica, ejercicio físico y la combinación de estos en relación a la pérdida de peso corporal total (Figura 2) y del tejido adiposo (Figura 3). En este estudio se observó que, luego de aproximadamente 15 semanas, los tres tipos de intervenciones indujeron pérdidas de 10,7 ± 0,5 kg, 2,9 ± 0,4 kg y 11,0 ± 0,6 kg en el peso corporal, con un tamaño del efecto de 5,1 ± 0,5, 2,1 ± 0,5 y 5,5 ± 0,7 (restricción calórica, E. Físico y E. Físico + restricción calórica, respectivamente).(10) Los resultados sugieren que el Ejercicio Físico, como única intervención, podría tener un efecto aditivo de aproximadamente sólo 20% en relación a la pérdida inicial de peso corporal inducida por restricción calórica. Por lo tanto, al manejo dietario debe incorporase un programa de Ejercicio Físico para maximizar el logro de objetivos.
Ejercicio continuo de baja a moderada intensidad en personas con sobrepeso/obesidad
Ejercicio continuo de baja a moderada intensidad
El ejercicio continuo puede definirse como una actividad motora continua de aproximadamente 5-240 min de duración realizada a una intensidad ≤ 100% del máximo consumo de oxígeno y puede ser clasificado de baja, moderada o alta intensidad en función del esfuerzo aplicado y el tiempo realizado (6). Este modelo de ejercicio ha sido tradicionalmente el más utilizado en el tratamiento del sobrepeso/obesidad, y ha mostrado ser efectivo en la protección cardio-metabólica, en la elevación de la capacidad de trabajo físico, en el incremento de la biogénesis mitocondrial, expresión y traslocación de los transportadores de glucosa de tipo 4 (GLUT-4) (11) (12)( 13) aumentos en la sensibilidad a la insulina, en una mejor regulación de la glicemia y de los lípidos en sangre. Es por estos motivos que se modelo de ejercicio como el fármaco ideal en el tratamiento de diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico e hipertensión arterial. Sin embargo, la gran variedad de protocolos encontrados en la literatura dificulta la identificación de la intensidad y el volumen óptimo para inducir cambios significativos en el peso corporal en pacientes con sobrepeso/obesidad.
El ejercicio continuo necesita aproximadamente 50-60% más de tiempo de realización en comparación con otros modelos de ejercicio. No obstante, es ampliamente utilizado en la prevención primaria de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, con una dosis de al menos 30 min de ejercicio de moderada intensidad y una frecuencia de 5 veces por semana (6). Hay estudios que proponen que este modelo de entrenamiento estaría asociado a una mayor adherencia en el tiempo, sin embargo, a pesar de sus beneficios sobre diferentes factores de salud, presenta un limitado impacto sobre la disminución del peso corporal, aproximadamente 2,4% (0,3%-8,4%) en un plazo de 6 a 18 meses de aplicación del EJERCICIO FÍSICO (14)(15)
Ejercicio de sobrecarga muscular y su valor en la disminución del peso corporal en población con sobrepeso/obesidad:
La prescripción del ejercicio de sobrecarga involucra múltiples variables que pueden modificar sustancialmente las respuestas y adaptaciones inducidas por este. La respuesta individual a los estímulos aplicados genera una heterogeneidad amplia en los resultados de protocolos aplicados, por lo que al prescribir el ejercicio de sobrecarga muscular se deben tener en cuenta múltiples variables tales como: intensidad, número de repeticiones; número y orden de ejercicios; series por ejercicio; número de repeticiones por serie; pausas entre series y ejercicios; tipo de contracción muscular; velocidad de ejecución del movimiento; medio de entrenamiento modalidad y la frecuencia con que serán aplicados estos estímulos.
Durante la aplicación de restricción calórica en sujetos con sobrepeso/obesidad suele ocurrir una disminución importante del gasto metabólico de reposo y de la masa libre de grasa, especialmente en las primeras fases de los programas de tratamiento (16). Este efecto es contrarrestado con programas de ejercicio de sobrecarga muscular, los cuales estimulan el aumento/mantención de la masa muscular y potencialmente contribuyen a un balance energético negativo. Esto último podría traducirse en una disminución del tejido adiposo y del peso corporal total (17), además de promover importantes adaptaciones funcionales como aumentos en la fuerza, potencia muscular y adaptaciones metabólicas, como un aumento en la sensibilidad a la insulina.
Al parecer, este modelo de ejercicio no tiene ventajas sobre otros modelos mencionados anteriormente en los resultados de pérdida de peso corporal (18). No obstante, sin considerar el impacto sobre el peso corporal total, los programas de sobrecarga muscular aplicados en pacientes con sobrepeso/ obesidad pueden inducir modificaciones significativas en la composición corporal (19), la cual refleja la distribución de los diferentes compartimentos de grasa y libres de grasa en el organismo, siendo el músculo esquelético un componente esencial de este último. La masa muscular esquelética comprende entre 40 y 50% de la masa corporal total, y entre sus principales funciones se encuentran sustentar las actividades de la vida diaria y la regulación metabólica del organismo, siendo responsable hasta ~80% de la captación de glucosa inducida por insulina. Por tanto, la mantención de la masa y función muscular protege contra enfermedades metabólicas como resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico y dislipidemias. Así, se ha observado que los programas de ejercicios de sobrecarga muscular realizados 3-4 veces por semana, con 2-3 series de 6-10 repeticiones, a una intensidad ≥ 75% de una repetición máxima y con pausas entre series de 60-90 segundos, generan mejores resultados en la mantención o aumento de la masa muscular en pacientes con sobrepeso/obesidad. Considerando el impacto que tiene este modelo de ejercicio sobre la masa muscular (y por consecuencia en sensibilidad a la insulina), en el gasto metabólico de reposo, en la masa corporal y en el tejido adiposo, la incorporación de ejercicios de sobrecarga en programas de tratamiento y prevención de sobrepeso/obesidad resultaría de suma importancia. Además, estos contribuyen significativamente a mejorar/mantener la función muscular, lo que favorece una adecuada realización de las actividades de la vida diaria.
A modo de conclusión el ejercicio físico es fundamental para el tratamiento de personas con sobrepeso/obesidad, especialmente por sus diferentes efectos en distintos niveles: funcional, metabólico, muscular y cardiovascular.
Si la programación de ejercicio físico es adecuada se puede favorecer principalmente cambios en la composición corporal del sujeto. Sin embargo, es importante enfatizar que la evidencia científica nos muestra sólo un bajo rango de efectividad de todos los modelos de ejercicio físico (≤ 20%) en la pérdida de peso corporal total cuando esta modalidad es aplicada en forma aislada.
Si el objetivo es la reducción del peso y la grasa corporal, la dieta o restricción calórica de los alimentos deben incluir uno varios tipos de ejercicio físico como estrategia integral para maximizar las posibilidades de tratamiento efectivo.
La prescripción de ejercicio físico en pacientes con sobrepeso/obesidad debe considerar todos los modelos de ejercicio y sus múltiples variables biológicas y metodológicas, las cuales deben ser cuidadosamente seleccionadas en forma racional, efectiva y eficiente, tomando en consideración variables interindividuales, de tolerancia y de adhesión al tratamiento, siendo esta última de especial consideración, ya que es fundamental en el logro de objetivos a largo plazo en pacientes con sobrepeso/obesidad.
- Ladabaum U, Mannalithara A, Myer PA, Singh G. Obesity, Abdominal Obesity, Physical Activity, and CaloricIntake in U.S. Adults: 1988-2010. Am J Med 2014; 127 (8): 717-27.
- World Health Organization. Global Status Report On Noncommunicable Diseases 2014. WHO Library Cataloguing-in-Publication Data Global; 2014. 280 p.
- Manore MM, Brown K, Houtkooper L, Jakicic J, Peters JC, Edge MS, et al. Energy balance at a crossroads: Translating the science into action. Med Sci Sports Exerc 2014; 46 (7): 1466-73.
- Haslam D, Sattar N, Lean M. ABC of obesity. Obesity-time to wake up. Br Med J 2006; 333: 640-2.
- Oster G, Thompson D, Edelsberg J, Bird AP, Colditz GA. Lifetime health and economic benefits of weight loss among obese persons. Am J Public Health 1999; 89 (10): 1536-42
- Garber CE, Blissmer B, Deschenes MR, Franklin B a,Lamonte MJ, Lee I-M, et al. American College of Sports Medicine position stand. Quantity and quality of exercise for developing and maintaining, musculoskeletal, and neuromotor fitness in apparently healthy adults: guidance for prescribing exercise. Med Sci Sports Exerc 2011; 43 (7): 1334-59.
- Swift DL, Johannsen NM, Lavie CJ, Earnest CP, Church TS. The role of exercise and physical activity in weight loss and maintenance. Prog Cardiovasc Dis 2014; 56:441-7.
- Jensen MD, Ryan DH, Apovian CM, Ard JD, Comuzzie AG, Donato KA, et al. 2013 AHA/ACC/TOS guideline for the management of overweight and obesity in adults: A report of the American college of cardiology/American heart association task force on practice guidelines and the obesity society. J Am Coll Cardiol 2014; 63 (25 Part B): 2985-3023.
- Thorogood A, Mottillo S, Shimony A, Filion KB, Joseph L, Genest J, et al. Isolated aerobic exercise and weight loss: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Am J Med 2011; 124 (8): 747-55.
- Miller WC, Koceja DM, Hamilton EJ. A meta-analysis of the past 25 years of weight loss research using diet, exercise or diet plus exercise intervention. Int J Obes 1997; 21 (10): 941-7.
- King NA, Hopkins M, Caudwell P, Stubbs RJ, Blundell JE. Beneficial effects of exercise: shifting the focus from body weight to other markers of health. Br J Sports Med 2009; 43 (12): 924-7.
- Bradley H, Shaw CS, Worthington PL, Shepherd SO, Cocks M, Wagenmakers AJM. Quantitative immunofluorescence microscopy of subcellular GLUT4 distribution in human skeletal muscle: effects of endurance and sprint interval training. Physiol Rep 2014; 2 (7):1-16
Te dejo aquí un fragmento “muy valioso” del curso donde tratamos este tema y otros que seguramente te van a generar el replanteo de muchos conceptos, hace clic en el video para reproducirlo y déjame tus comentarios
Si te gustaria seguir teniendo acceso a estos contenidos, te invito a que te contactes via WhatsApp
Si te interesa Formarte en estas temáticas, te invito a pasar por nuestra sección de Ejercicio y Salud